El histórico castillo de Fougères-sur-Bièvre se encuentra en el pintoresco pueblo de Fougères-sur-Bièvre, en la región Centro-Valle del Loira de Francia. Esta notable fortaleza, situada en la comuna de Controis-en-Sologne, se encuentra a 15 kilómetros al sur de Blois y a 10 kilómetros al suroeste de Cheverny. Con raíces que se remontan al siglo XI, el castillo es un testimonio de la rica y tumultuosa historia de la región.
La historia del castillo de Fougères-sur-Bièvre comienza en el siglo XI, durante una época en la que las fortificaciones eran esenciales para la supervivencia. Originalmente construido como una fortaleza defensiva, el castillo era una presencia formidable en la región. Sin embargo, su destino dio un giro dramático en 1356, durante las primeras etapas de la Guerra de los Cien Años. El castillo fue destruido por Eduardo III de Inglaterra, también conocido como el Príncipe Negro, dejando solo en pie la robusta torre del homenaje.
En 1470, con la bendición del rey francés, el castillo fue reconstruido por Pierre de Refuge, el tesorero de Luis XI. El proceso de reconstrucción se extendió desde 1475 hasta 1483, y las obras fueron completadas por Jean de Villebresme, el yerno de Pierre de Refuge. La nueva estructura conservó su carácter medieval, con su entrada fortificada, torres redondas y murallas imponentes, pero también incorporó elementos de la arquitectura renacentista.
En 1912, el castillo de Fougères-sur-Bièvre fue reconocido oficialmente como monumento histórico, lo que garantizó su conservación para las generaciones futuras. En 1932, el gobierno francés compró el castillo y se llevaron a cabo amplias restauraciones, dirigidas principalmente por el arquitecto Paul Robert-Houdin, que también se desempeñó como conservador del castillo de Chambord. Hoy en día, el castillo de Fougères-sur-Bièvre se alza como un ejemplo bien conservado de arquitectura gótica tardía, con mínimas alteraciones a lo largo de los siglos.
Una de las características más llamativas del castillo de Fougères-sur-Bièvre es la galería de arcadas renacentista, adornada con pilastras, volutas y capiteles. Esta adición posterior, que data del siglo XVI, añade un toque de elegancia a la austera fortaleza. Durante este período, la torre del homenaje también fue perforada con ventanas y buhardillas, lo que realzó aún más el atractivo residencial del castillo.
Junto al castillo, los visitantes pueden explorar un encantador huerto de inspiración medieval. El jardín cuenta con parterres elevados reforzados con ramas de castaño tejidas, un guiño a las técnicas de jardinería tradicionales. El jardín está regado por el río Bièvre, que fluye suavemente por el pueblo, lo que contribuye a la atmósfera serena de los terrenos del castillo.
En la actualidad, el castillo de Fougères-sur-Bièvre está abierto al público y ofrece a los visitantes la oportunidad de retroceder en el tiempo y explorar su rica historia. La arquitectura bien conservada del castillo, combinada con su pintoresco entorno en el corazón del valle del Loira, lo convierte en un destino de visita obligada tanto para los entusiastas de la historia como para los viajeros.
Tanto si te atraen sus orígenes medievales, sus adornos renacentistas o su tranquilo jardín, el castillo de Fougères-sur-Bièvre ofrece una visión única del pasado de Francia. A poca distancia en coche del famoso castillo de Cheverny y de la vibrante ciudad de Blois, esta joya escondida es una incorporación perfecta a cualquier itinerario por el valle del Loira.
La historia del castillo de Fougères-sur-Bièvre comienza en el siglo XI, durante una época en la que las fortificaciones eran esenciales para la supervivencia. Originalmente construido como una fortaleza defensiva, el castillo era una presencia formidable en la región. Sin embargo, su destino dio un giro dramático en 1356, durante las primeras etapas de la Guerra de los Cien Años. El castillo fue destruido por Eduardo III de Inglaterra, también conocido como el Príncipe Negro, dejando solo en pie la robusta torre del homenaje.
En 1470, con la bendición del rey francés, el castillo fue reconstruido por Pierre de Refuge, el tesorero de Luis XI. El proceso de reconstrucción se extendió desde 1475 hasta 1483, y las obras fueron completadas por Jean de Villebresme, el yerno de Pierre de Refuge. La nueva estructura conservó su carácter medieval, con su entrada fortificada, torres redondas y murallas imponentes, pero también incorporó elementos de la arquitectura renacentista.
La transformación y conservación del castillo
El castillo sufrió una importante transformación en 1789 cuando René Lambot, notario del Châtelet de París y secretario del rey, adquirió la propiedad. Los descendientes de Lambot convirtieron el castillo en una hilandería en 1814, función que mantuvo hasta 1890. Esta fase industrial marcó un nuevo capítulo en la historia del castillo, mezclando lo antiguo con lo nuevo.En 1912, el castillo de Fougères-sur-Bièvre fue reconocido oficialmente como monumento histórico, lo que garantizó su conservación para las generaciones futuras. En 1932, el gobierno francés compró el castillo y se llevaron a cabo amplias restauraciones, dirigidas principalmente por el arquitecto Paul Robert-Houdin, que también se desempeñó como conservador del castillo de Chambord. Hoy en día, el castillo de Fougères-sur-Bièvre se alza como un ejemplo bien conservado de arquitectura gótica tardía, con mínimas alteraciones a lo largo de los siglos.
Aspectos arquitectónicos destacados
La arquitectura del castillo es una mezcla de elementos medievales y renacentistas, que reflejan las diferentes fases de su construcción. La fachada norte, coronada por un chemin de ronde (una pasarela cubierta con matacanes), y la torre del homenaje rectangular son restos de la estructura medieval original. La imponente entrada, flanqueada por dos torres circulares, conduce a un pequeño patio interior rodeado de edificios con portales góticos intrincadamente esculpidos.Una de las características más llamativas del castillo de Fougères-sur-Bièvre es la galería de arcadas renacentista, adornada con pilastras, volutas y capiteles. Esta adición posterior, que data del siglo XVI, añade un toque de elegancia a la austera fortaleza. Durante este período, la torre del homenaje también fue perforada con ventanas y buhardillas, lo que realzó aún más el atractivo residencial del castillo.
Junto al castillo, los visitantes pueden explorar un encantador huerto de inspiración medieval. El jardín cuenta con parterres elevados reforzados con ramas de castaño tejidas, un guiño a las técnicas de jardinería tradicionales. El jardín está regado por el río Bièvre, que fluye suavemente por el pueblo, lo que contribuye a la atmósfera serena de los terrenos del castillo.
Visita al castillo de Fougères-sur-Bièvre
En la actualidad, el castillo de Fougères-sur-Bièvre está abierto al público y ofrece a los visitantes la oportunidad de retroceder en el tiempo y explorar su rica historia. La arquitectura bien conservada del castillo, combinada con su pintoresco entorno en el corazón del valle del Loira, lo convierte en un destino de visita obligada tanto para los entusiastas de la historia como para los viajeros.
Tanto si te atraen sus orígenes medievales, sus adornos renacentistas o su tranquilo jardín, el castillo de Fougères-sur-Bièvre ofrece una visión única del pasado de Francia. A poca distancia en coche del famoso castillo de Cheverny y de la vibrante ciudad de Blois, esta joya escondida es una incorporación perfecta a cualquier itinerario por el valle del Loira.